CLAIRE KEEGAN. COSAS PEQUEÑAS COMO ESAS.
HISTORIA CON IRLANDESES La pared trasera de la lavandería de Gloucester Street, la última de las infames lavanderías de las Magdalenas. “no hay nada escondido que no salga a la luz, ni nada tan secreto que no llegue a conocerse claramente” (Lucas 8, 17) Entre 1922 y 1996 hubo seis lavanderías funcionando en toda la República de Irlanda. De las diez mil mujeres jóvenes, muchas de ellas madres solteras, mendigas o ladronas de poca monta; algunas, con problemas de aprendizaje y víctimas de abusos; otras, prostitutas - “mujeres caídas” como las llamaban a todas - , a quienes nadie reclamaba y que fueron encerradas y forzadas a realizar trabajos físicos duros, como esclavas, sin recibir compensación alguna, ...